martes, 31 de mayo de 2011

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Mayo me ha dejado una flor seca en el escritorio, tres brotes de alergia a las ausencias, la primera primavera fea y una sonrisa a tiempo parcial.

Una gran indignación; quince melodías que acunan una pena y dos tonterías que siempre te hacen reir.

Arranco exhausta la hoja del calendario de un mes dificil, formateo la retina con el deseo de que el próximo mes no se quede ni un solo día sin vivir.

Mientras tanto, espero el buen tiempo como quien espera nuevos días. Sueño con salitre, con cambiar este aire por una brisa fresca. Hacer como quien busca y al final encuentra, porque al final del día siempre hay una luna de plata en Cádiz y una estrella polar para no perderme. Y si aún así todo esto falla, llevo una pequeña brújula  incorporada en el asa extensible de mi maleta y un plan de acción con la misma probabilidad de éxito.

2 comentarios:

  1. Que junio te sea propicio.
    Encantada de conocerte, Isa. Me he dado una vuelta por tu blog y rezuma sensibilidad. Por aquí me quedo.
    Un saludo muy afectuoso.

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  2. Gracias por sentir y por querer quedarte, Isabel.

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